Mala Circulación Sanguínea

Se conoce como mala circulación a la dificultad que experimenta la sangre para fluir dentro de los vasos sanguíneos con normalidad, siendo difícil de reconocer porque en muchos de los casos los síntomas no son evidentes hasta que la condición se encuentra muy avanzada.

Sin embargo, si se conocen sus desencadenantes, se podrán evitar , y de este modo incidir en la disminución del riesgo de padecerla.  La arterioesclerosis, es la condición producida cuando los revestimientos interiores de las arterias se llenan de grasa, colesterol y otras sustancias que van formando una placa que las obstruye.

Al formarse esta placa, la pared de la arteria aumenta su grosor y pierde su elasticidad, siendo uno de los problemas que presenta esta enfermedad la tendencia a desarrollarse con bastante rapidez, pudiendo afectar a las arterias tanto medianas como grandes.

Aún cuando no se conocen las causas exactas de esta condición , existen algunos factores de riesgo que inciden en la aparición de la misma, entre ellos:

•       Colesterol alto.
•       Obesidad
•       Hipertensión
•       Tabaquismo
•       Falta de ejercicios

Cómo prevenir la arterioesclerosis :

La mejor prevención consiste en evitar la aparición de los factores que pueden provocar este trastorno, teniendo una mejor alimentación, ingiriendo todos los alimentos de la pirámide alimenticia sin caer en excesos. Se deben consumir preferiblemente proteínas animales magras de carnes blancas, vegetales verdes crudos y frutas altas en fibras. Realizar ejercicios cardiovasculares que mejoran el riego sanguíneo y por ende la circulación ,es otra medida a tomar.

En Circulat Biotech contamos  con una fórmula herbolaria llamada CIRCULAT  que mejora sin duda alguna todos los problemas circulatorios, estudios clínicos han comprobado su efectividad en el mejoramiento de la irrigación sanguínea.

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Planta milagrosa que ayuda al sistema circulatorio.

La Hydrocotile Asiática (Centella Asiática) es una planta rastrera originaria de la zona pantropical del océano Índico (India, China, Indonesia, Australia, Srilanka, Madagascar, África del Sur) que ha sido utilizada por las medicinas tradicionales asiáticas y africanas con fines terapéuticos desde hace más de 3.000 años, por sus propiedades cicatrizantes, analgésicas, antimicrobianas, digestivas, antivirales, etc.

En el ámbito de la medicina tradicional, los médicos británicos utilizaron la Centella Asiática en África para el tratamiento de la lepra. En la década de los setenta, investigadores italianos encontraron evidencias que esta planta puede mejorar significativamente los síntomas causados por las hemorroides y venas varicosas.

Los beneficios demostrados en las investigaciones realizadas acerca de las propiedades cicatrizantes y vasodilatadoras de la Centella Asiática nos llevaron a incorporar esta maravillosa planta al conjunto de elementos que forman parte de CIRCULAT ® , un producto diseñado para mejorar todas las afecciones del sistema circulatorio , que ha dado excelentes resultados en el tratamiento del pie diabético, reduciendo significativamente los índices de amputación de miembros como consecuencia de este padecimiento.

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Síndrome de pie diabético.

El Síndrome de Pie Diabético es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la ulceración, infección y/o gangrena del pie asociada a una neuropatía diabética y diferentes grados de enfermedad arterial periférica, resultado de la interacción compleja de diferentes factores inducidos por una hiperglicemia mantenida.

Se caracteriza por la  aparición de úlceras en las extremidades inferiores. La neuropatía  periférica, presente en la mayoría de los pacientes diabéticos con más de 10 años de  evolución , hace que el pie se vuelva insensible a estímulos normales (neuropatía sensorial) y puede producir una atrofia de los músculos del pie (neuropatía motora). Ambas predisponen  al traumatismo y la ulceración. La enfermedad arterial oclusiva mayor en la población diabética que en la no diabética, compromete la circulación de las piernas y aumenta el riesgo de complicaciones al presentar una infección.

La prevalencia de úlceras varía según el sexo, edad y población desde el 2,4% hasta el 5,6%. Al menos un 15% de los diabéticos padecerán durante su vida ulceraciones en el pie.

Igualmente se estima que cerca de un 85% de los diabéticos que sufren amputaciones previamente han padecido una úlcera. Y como quiera que el tratamiento médico convencional no resulta efectivo en todos los pacientes que sufren de pie diabético muchos sufren amputaciones de dedos, pies, y en ocasiones , incluso de las piernas.

          

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